Homeopatía. Definición y aplicaciones

La homeopatía se define como un sistema de medicina alternativa cuyo origen se remonta al año 1776 cuando Samuel Hahnemann, a partir de su doctrina de que “lo similar cura lo similar”, afirmó que una sustancia que puede causar una enfermedad en personas sanas, puede curar lo similar en personas enfermas.

A la fecha no existen estudios o indicios certeros de que las sustancias homeopáticas puedan sanar más allá de lo que podría hacerlo un placebo  y muchos han llegado a poner en tela de juicio su efectividad por considerarse que sus dogmas y explicaciones de cómo funciona el cuerpo, las enfermedades y sus medicamentos, son absolutamente refutables y debatibles.

¿Qué es la homeopatía?

Se le define como un método terapéutico basado en la ley de similitud que afirma que una sustancia que desencadena determinada sintomatología en una persona sana, en pequeñas cantidades, será capaz de sanar o curar los mismos síntomas o parecidos en una persona que esté enferma.

Las medicinas o medicamentos homeopáticos se elaboran a partir de libros referenciales conocidos como repertorios y tomando en cuenta los síntomas de cada paciente, así como su estado físico y psicológico.

Medicinas homeopáticas

Son preparaciones que se elaboran con ingredientes de origen animal, vegetal o químico, bien sean minerales u orgánicos, combinados con sustancias que producen los efectos de la enfermedad que se padezca,  diluidas en agua y alcohol de modo que queden reducidas a su mínima expresión. Esto también incluye en el ácido fosfórico; Mayor información puedes visitar: https://acidos.info/fosforico/

Existen dos procesos de preparación de medicamentos homeopáticos, uno por disolución y el otro por dinamización. El primero de ellos consiste en la desconcentración progresiva de la sustancia mediante su disolución en agua y alcohol. Se repite tantas veces como se necesite para que la sustancia no pueda ser percibida. El segundo se realiza después de haber desconcentrado la sustancia y consiste en agitar fuertemente la disolución.

Al preparar estas medicinas es preciso tener en cuenta la sintomatología del paciente y se pueden utilizar de forma exclusiva o como complemento de fármacos convencionales.

Muchos de los ingredientes de estos medicamentos son de origen natural, como por ejemplo, algunas variaciones con el ácido fosfórico son utilizadas para el tratamiento homeopático de trastornos tales como estrés, insomnio, apatía, falta de concentración, problemas de memoria y cansancio físico.

Expertos afirman que la homeopatía es un buen complemento de tratamientos con fármacos pero que por sí sola, difícilmente puede sanar por completo.

Autor entrada: Equipo de redacción