La sanación de un corazón herido

El nivel de la fortaleza del espíritu es determinante para sobrellevar todos aquellos momentos que parecieran enfocar emociones y sentimientos hacia el dolor, pues realmente es complejo salir airoso de desilusiones, traiciones, de la pérdida de una amistad o sencillamente del desamor. Así pues, aquel que tiene un corazón herido experimenta una pena enorme y no siempre encuentra de forma inmediata el camino para volver a sentirse bien.

La aparición de todos esos sentimientos de tristeza, vacío y sufrimiento es lo que hace que alguien pueda sentir que su corazón está roto y para emprender el camino que  lleva a remediarlo a continuación proporcionaremos algunas sugerencias.

¿Cómo aliviar un corazón herido?

Para mitigar el dolor de un corazón herido no solo se requiere olvidar, primero es necesario enfrentar el dolor para posteriormente liberarse.

  • Aceptar la pérdida. A grandes males grandes remedios, así que hay que asumirse tal y como si se estuviera en un duelo y por lo tanto lo primero debe ser reconocer que hay algo que cambió o que simplemente ya no está. Dejar salir abiertamente este sentir es algo muy eficaz, para ello busca apoyo en https://www.iglesia.info/oraciones-catolicas/ al igual que en tus familiares o amigos más cercanos. Una vez puedas admitir que sufres, todo ese dolor podrá ser sustituido por una fuerza renovadora.
  • Aquietar el corazón. Es momento de alejarse de la fuente del sufrimiento, nada de perderse por horas en recuerdos, fotografías o canciones que traigan el problema a la memoria. De ahora en adelante el tiempo debe ser aprovechado en actividades y cosas que fortalezcan el autoestima pues la misión es cortar un vínculo y para ello es preciso sentirse poderoso.
  • Mantener la motivación. Al tratarse de un proceso paulatino de cambio existirán días en los que las cosas serán  demasiado difíciles y estará presente la tendencia a entregarse nuevamente a la pena. Estos puntos de posible quiebre son claves para visualizar el propósito de liberarse de ese dolor y seguir adelante, dale mayor valor al autocuidado y retoma esos planes que dejaste hace tiempo en el olvido.

Tener paciencia y exigirse

Puede parecer algo contradictorio pero esta es una buena fórmula para no decaer cuando el dolor se hace insoportable, al ser individuos cada quien procesa el sufrimiento de forma distinta y esto requiere de paciencia pues se debe tomar la decisión de no sufrir más y para ello hay que estar listo.

Respecto a la exigencia esta será necesaria para permanecer firme ante los estados de decaimiento que muy seguramente estarán rondando.

 

 

 

Autor entrada: Equipo de redacción