Principales aplicaciones del hipoclorito de sodio

Acompañado por la fórmula química NaOCl el hipoclorito de sodio es un compuesto oxidante de gran reconocimiento tanto a nivel industrial como en el hogar que suele ser de gran ayuda al momento de la desinfección, blanqueamiento y erradicación de agentes microbianos. A nivel comercial, se consigue sin inconveniente alguno en forma de una solución clara que puede ser ligeramente amarillenta o verdosa y que permanece acompañada de un olor característico.

Hablaremos entonces sobre las principales aplicaciones del hipoclorito de sodio, pues tal y como se indica en https://www.clorurodesodio.org/hipoclorito-de-sodio este compuesto químico que también es conocido como lejía goza de gran popularidad por su efectividad en diversos procesos, especialmente los que tienen que ver con la erradicación de virus y bacterias.

Usos del hipoclorito de sodio

  • Decoloración de telas: debido a que actúa como un potente blanqueador, el hipoclorito de sodio suele incluirse en los procesos de decoloración que involucran tejidos tales como lino, mezclillas, viscosa y algodón. Es ideal para el tratamiento de las telas blancas y para la erradicación de las diferentes manchas que estas pueden llegar a presentar.
  • Tratamiento de aguas: acudiendo a su capacidad de oxidación, este compuesto es un gran aliado para conseguir agua potable, asimismo se incorpora en el mantenimiento de las piscinas y en el tratamiento que se realiza a las aguas negras.
  • Procedimientos dentales: tanto en su versión sólida como líquida, lo cierto es que este compuesto por ser microbicida se ocupa en distintos tratamientos de orden odontológico, además de colaborar con la desinfección de cierto tipo de instrumental.

Características del hipoclorito de sodio

Además de disponer de una base débil inflamable, este compuesto es fuertemente oxidante, irritante y corrosivo a los metales. Suele presentar una densidad relativa de 1,1 (5,5% solución acuosa) y en caso de ser ingerido provoca reacciones que incluyen dolor de estómago, sensación de quemazón, tos, diarrea, dolor de garganta y vómitos.

Lo mejor es conservarlo a temperatura ambiente y evitando que haga contacto con el sol, asimismo, se ha establecido que lo más seguro es mantenerlo en recipientes plásticos pues los metálicos se corroen prontamente. Se sugiere no manipularlo de manera directa ya que puede ser irritante, lo mejor es hacer uso de guantes y preferir los espacios abiertos ya que en ocasiones los vapores pueden concentrarse dando lugar a irritaciones en las vías respiratorias y a nivel de la visión, lo más recomendable es acudir a pequeñas cantidades para su uso habitual.

 

Autor entrada: Equipo de redacción