¿Sabes qué son los hematíes y cuál es su función en tu cuerpo?
El cuerpo humano está compuesto por células que se complementan entre sí, y se dedican al buen funcionamiento del organismo, del sistema sanguíneo y de los tejidos que componen el sistema inmune. Los tres grandes grupos son son los glóbulos blancos, plaquetas y glóbulos rojos, estos últimos son también conocidos como hematíes. Cuya función principal es la de dar oxígeno al sistema sanguíneo.
¿Qué son los hematíes?
Los hematíes o glóbulos rojos, son las células que más abundan en el torrente sanguíneo. Existen casi 5 millones de células por mm cúbico.Estos se producen en la médula ósea y le dan oxígeno a la sangre para que puedan cumplir todas sus funciones de manera correcta.
¿Cuál es el papel de los hematíes en la sangre?
Los hematíes se componen por globulina y hemoglobina, por lo cual su función se divide de la siguiente manera:
- Transportan el oxígeno hacia los tejidos del cuerpo. Empiezan desde los pulmones y toman el oxígeno necesario para llevarlo hacia el corazón y los demás componentes del cuerpo.
- Recolecta dióxido de carbono para eliminarlo y que no dañen la médula ósea. Esto es lo que le da el color rojo a la sangre, pues es la concentración de hemoglobina la que le otorga dicho color.
Es importante que cuidemos los valores de hematíes. Los números adecuados son entre 4,300 y 5,900 células por mm cúbico. Para poder mantener dichos valores podemos tener hábitos que eviten que suban o disminuyan, evitando así diferentes tipos de enfermedades que dañan el sistema inmune.
- Debemos hacer ejercicio durante 30 minutos al día
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol en grandes cantidades
- Tomar agua, dos litros al día.
Enfermedades asociadas
Los hematíes se asocian directamente con problemas respiratorios, por lo que un aumento o una disminución, pueden dañar el sistema respiratorio. Otro de los grandes problemas que pueden acarrear, son enfermedades cardíacas y problemas con de riñones.
Es importante mantener los niveles de glóbulos rojos, un desequilibrio hará que suframos pérdidas importantes en el sistema de defensas, por lo cual estaremos expuestos a diferentes enfermedades respiratorias como alergias, bacterias y problemas del corazón. Esta debilidad puede desarrollar además, enfermedades como anemia, que es la antecesora de la leucemia, una enfermedad tan fuerte que si no se trata a tiempo, podría llevarnos a la muerte.