Puede que en muchos casos la ansiedad es vista tan solo como una inquietud ante una situación estresante. Ante las situaciones comunes de la vida, preocuparse por lo complicado o peligroso es tan solo una reacción del cuerpo. Detrás refleja ser una importante función de supervivencia, ya que es un sistema de alarma solo activada en situaciones peligrosas. De ese modo, el cuerpo y la mente reaccionan, causando sensaciones físicas como aceleración del ritmo cardiaco o respiratorio. Así como manos sudorosas y temblor en las piernas, u otra muy común relaciona con el malestar estomacal. En síntesis, una respuesta ante la lucha de lo ocurre en el momento de la amenaza a fin de encontrar cómo manejarla.
Cuando estas se vuelven a fin de perturbar el individuo, puede este llegar a pensar que las preocupaciones atenta contra su vida. Significando que, si estas mucho tiempo nervioso, no podrás ni dormir, lo que es perjudicial para la salud. Estudios demuestran que al presentarse sensaciones como estas los pensamientos y sentimientos permanecerán como un tormento. Inclusive, pueden llegar a causar síntomas relacionados con el trastorno de ansiedad.
Más allá de algo normal
Es ahí donde se presenta lo que es llamado “trastorno de la ansiedad” conocido por ser un problema de salud mental. Afectando su estabilidad al experimentar miedo y nervios hasta convertirse en verdadero terror de lo que sucede a su alrededor. Al ser demasiada intensa la persona llega a un estado en el permanece alerta de una forma tensa.
Estos trastornos pueden deducirse a través de síntomas que definirán el grado psicológico y físico afectado. Como los siguientes:
- Teme de la locura que piensa estar apoderándose de sí mismo (a)
- Siente que pierde el control de sus acciones.
- Sensación de aislamiento.
- Falta de concentración
- Dificultad para dormir.
- Se enoja con facilidad.
