Alejarse por completo de la posibilidad de un único dios y por consiguiente reconocer una pluralidad de deidades, es en parte lo que define a las religiones politeístas, una serie de fenómenos religiosos debidamente estructurados en los que las sociedades organizan sus creencias alrededor de un conjunto de divinidades con características y habilidades muy bien definidas que garantizan entre otras cosas guía y protección.
Puesto que en la antigüedad el politeísmo fue bastante dominante y prueba de ello podemos citar las mitologías griega, romana, egipcia y celta, el propósito de esta entrega no es otro que explorar un poco respecto al rol que desempeñan las religiones politeístas en la actualidad.
El politeísmo actual
Una construcción social como lo es la religión, suele pasar por varias etapas con diferentes aspectos a favor y en contra y en el caso del politeísmo, este actualmente se encuentra representado por unos cuantos dogmas:
- El hinduismo: más que una religión se trata de una actitud ante el mundo que también puede ser definida como una forma de vida. Se suele reconocer un dios principal, del cual emanan mucho otros, pues lo cierto es que los hinduistas disponen de más de 300 millones de deidades diferentes; creen profundamente en la reencarnación y en el karma (ley de causa y efecto), se distinguen por renunciar con gran facilidad a los bienes materiales y por reconocer cualidades divinas en animales y personas.
- El sintoísmo: originaria de Japón, es una religión étnica cuya base es la adoración a los espíritus de la naturaleza, es así como veneran a dioses tanto del cielo como de la tierra, dispone de narraciones míticas que explican el origen de las cosas y un conjunto de normas de comportamiento.
- El neopaganismo: aunque se originó en Europa, el mayor número de sus seguidores se concentra en Estados Unidos. Entre sus muchas variantes se encuentra la brujería tradicional, la Wicca y los sincretismos; el tiempo se reconoce como un proceso circular y la vida después de la muerte tiene que ver con el renacimiento, considera que no existen ni el bien ni el mal.
El confucianismo: religión propia de China que toma como base las enseñanzas de Confucio, sus ritos suelen tener mucho que ver con la muerte pues se asegura que entre vivos y muertos existe una relación demasiado estrecha que nada puede romper. Aunque el Señor de lo Alto es la divinidad suprema, se reconocen muchos más dioses