Entre las enfermedades desconocidas y poco comunes, llama la atención la acromegalia, un desorden de origen endocrino que tiene la particularidad de hacer que los órganos no paren de crecer. Puesto que se caracterizada por una secreción excesiva de hormona de crecimiento dentro del torrente sanguíneo a causa de un tumor hipofisario, quienes la padecen sufren de aumentos de tamaño desproporcionados tanto en sus órganos vitales como en manos, pies y rostro.
A pesar de disponer de una apariencia sana, lo cierto es que este serio trastorno puede afectar a cualquier persona sin que esta se de por enterada ya que sus síntomas suelen presentarse de manera lenta y progresiva.
Síntomas y tratamiento de la acromegalia
Entre los síntomas de la acromegalia más habituales, encontramos la alteración de los rasgos faciales, los dientes espaciados, agrandamiento de mandíbula, frente, manos y pies, sudoración excesiva y agrandamiento del corazón. En cuanto a los tratamientos para la acromegalia, entre las opciones se encuentra la cirugía para hacerse cargo de la lesión tumoral, la terapia farmacológica y la radioterapia.
Generalmente suele darse una combinación de todas las alternativas mencionadas pues aunque depende de cada caso específico, ka verdad es que es una dolencia bastante compleja de tratar y de hecho la irradiación puede llegar a ser notablemente lenta. Los cuidados de apoyo y el respectivo seguimiento, siempre es esencial para reducir a la mínima expresión los efectos que suele arrojar el desequilibrio de esta hormona, algo que siendo poco usual puede cambiar radicalmente la vida.