Donde pisamos, donde construimos y donde desarrollamos nuestra vida sin duda tiene su historia y muchas cosas para contarnos. El suelo es la superficie donde se erigen las grandes ciudades y tiene sus características y factores de importancia.
Tipos de suelo según su tamaño
Los suelos según su granulometría se clasifican en suelos finos compuestos por limos y arcillas y en suelos gruesos, los cuales son las arenas y gravas. La granulometría es una propiedad de los suelos aglomerarse en partículas de diferentes tamaños y diámetros, y la granulometría se encarga de clasificarlos mediante el uso de tamices de diferentes diámetros donde se pasa una porción de suelo por el mismo y se obtienen materiales pasantes y retenidos.
Los suelos finos como las arcillas brindan una cohesión al suelo que le permite compactarse y estos se dividen en ilitas, montmorilonitas, y coolinitas. La plasticidad es lo que mejor las define, que es la propiedad que tienen para deformarse con el agua, por eso las arcillas especialmente las montmorilonitas conocidas como arcillas expansivas son poco deseadas como terreno de cimentación para la construcción de una estructura. Se reconoce como suelo fino todo aquel cuyas partículas tengan un tamaño menor a 0.075 mm y suelos gruesos entre 0.075mm y 76 m.
Según su origen
Según su origen se clasifican en suelos residuales, aquellos que se han mantenido ahí desde la creación de la tierra o transportados, que son los que después de su origen han sido llevados a diferentes lugares y sufrido transformaciones, dentro de los cuales se encuentran lo aluviales, eólicos, lacustres, marino y coluviales.
