La contaminación sónica y su impacto en nuestras vidas

Se entiende por contaminación sónica el exceso de sonido que trae como consecuencia la alteración de las condiciones  normales del ambiente en determinadas zonas y que va generando el deterioro de la calidad de vida de quienes allí habitan. Incluye todos aquellos ruidos y sonidos intensos o estruendosos que generan una predisposición negativa en los citadinos.

contaminación del suelo sónica se considera un factor medioambiental muy importante por su incidencia en la calidad de vida de quienes habitan las grandes ciudades y es una consecuencia directa, indeseada, de las actividades que desarrollan quienes viven en las grandes urbes.

¿Cuál es el impacto de la contaminación sónica en nuestras vidas?

Hablaremos de contaminación sónica cuando el nivel de ruido se considere un agente contaminante y perturbante, es decir, que sean tan molesto que genere efectos fisiológicos y psicológicos nocivos para la salud de una o varias personas.

Este tipo de contaminación es una consecuencia directa de actividades humanas tales como transporte, construcción de edificios y obras públicas, tráfico, industrias y grandes fábricas, entre otras. Su impacto en la ciudadanía puede ser de tipo fisiológico y/o psicológico e incluir desde elevados niveles de irritabilidad, hasta la pérdida de la audición en muchos casos.

De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud, se considera que existe contaminación sónica cuando el ruido supera los 50 decibelios (db) que hasta ahora es el límite superior deseable y tolerable.

Algunas consecuencias de la contaminación sónica:

  • Afecta y altera la vida “normal” de las personas que viven en grandes ciudades.
  • Influye negativamente en el aprendizaje y salud de los niños quienes pierden capacidad de atender señales acústicas y pueden ver mermada su capacidad de escucha y ciertos inconvenientes en lo relativo a la lectura y comunicación verbal.
  • Ocasionalmente favorece o promueve el aislamiento haciendo a las personas y niños cada vez menos sociables.
  • Predisponen negativamente a las personas ya que el ruido y los sonidos indeseados constituyen una molestia pública.
  • Genera tensiones físicas y emocionales y por más que nos “adaptemos o acostumbremos” al ruido, nuestro cuerpo siempre reacciona.
  • Pérdida de audición.
  • Perturbación de los hábitos y rutinas de sueño
  • Estrés y ansiedad.
  • Interferencia en la comunicación.
  • Agravante de enfermedades crónicas de tipo cardiovasculares.
  • Constituye un elemento distractor afectando el estado psicofisiológico de las personas.

Autor entrada: Equipo de redacción